Llega el momento más deseado y temido, la entrevista de trabajo. Sabemos que somos los candidatos perfectos para el puesto, pero los nervios nos juegan malas pasadas. Hoy te presentamos un artículo hecho a tu medida. Vamos a ver las preguntas más comunes en una entrevista y cómo contestarlas. A partir de hoy, no tienes nada que temer ante esa cuestión a la que no sabes cómo contestar, atento.

¿Por qué quieres trabajar para esta empresa?

Lo que se dice: una respuesta habitual a esta pregunta es derrochar halagos hacia la compañía o bien hacia su creador. No está mal, pero no resulta honesta al 100%, realmente habrá otros motivos que te empujen a querer trabajar con esa empresa.

Lo que deberías responder: una respuesta más coherente, gira en torno a la misión, visión y a los valores de la empresa, sobre todo si coinciden contigo. Hablar desde la naturalidad y la convicción convertirán tu discurso en coherente. Puedes relacionar sus valores con las habilidades que poseas.

Háblame de ti, dime lo que quieras sobre ti mismo

Lo que se dice y se piensa: seamos claros, es una pregunta que abruma. ¿Cómo voy a contar a una persona desconocida algo sobre mí? Se trata de una cuestión amplia y abierta, es fácil que te pongas nervioso y comiences a hablar sin saber muy bien qué dices. Quizás por no querer meter la pata, vuelvas a explicarle tu currículum y eso no aporta mucho.

Lo que deberías responder: lo ideal es contar una historia. Las historias se basan en un principio que enganche, una parte intermedia no muy extensa y un final que reafirme lo dicho al inicio. Aquí lo fundamental es ser claros. Es un momento idóneo para contar que tú eres la persona que están buscando porque necesitas un cambio y su oferta te pareció la mejor oportunidad.

¿Por qué deberíamos contratarte?

Lo que se dice: normalmente enumeramos todos nuestros méritos o logros que evidentemente también están en tu currículum.

Lo que deberías responder: una forma de comenzar es reconocer que no puedes hablar sobre los méritos de los otros candidatos (humildad) y a partir de ahí, puedes hablar de los atributos que no figuren en tu currículum. En este caso nos referimos a habilidades como la empatía, la escucha activa, etcétera. ¿Y si lo añadimos a un contexto más real? Soy una persona que está capacitada como puede comprobar en mi currículum para afrontar esta responsabilidad, pero, además, respondo bien ante las situaciones difíciles, mantengo la calma en momentos de crisis. Esto lo pude demostrar cuando tuve que liderar un equipo de cinco personas.

¿Cuál es tu mayor fortaleza?

Lo que se dice: esta pregunta es complicada y como candidato normalmente sueles responder que eres un gran trabajador, y esa es tu mayor fortaleza. ¿Seguro? Probablemente no sea ésa. Esta pregunta requiere de un poco de preparación. Ya que se trata de una de las preguntas más comunes en una entrevista y todos tememos.

Lo que deberías responder: una respuesta adecuada va de la mano de algún tipo de preparación. Es decir, busca una respuesta realista. Todos tenemos algo especial que nos hace destacar. Piensa en ello y escribe unas líneas. Esa fortaleza no sólo te define, sino que además ayudará a que tu trabajo lo desempeñes mejor.

Un ejemplo: Me gusta trabajar en equipo y me adapto con facilidad a diferentes personalidades, y eso ayuda a que el equipo funcione.

¿Por qué quieres dejar tu trabajo?

Lo que se dice y se piensa: un fallo común es contar más de la cuenta. Nada de malas respuestas que incluyan aspectos negativos de cualquier tipo hacia tu trabajo actual. Nada de información confidencial ni por supuesto hablar de lo mal que le va a la empresa.

Lo que deberías responder: lo adecuado siempre irá ligado con un deseo de mejorar. No hables de la empresa, habla de ti. Sabes que puedes hacer más y en la actualidad, sientes que no puedes demostrar todo lo que sabes hacer. Tienes mucho que ofrecer y estás deseando formar parte de un proyecto ilusionante.

¿Recuerdas algún momento en el que fallaste?

Lo que se dice: los nervios nos pueden llevar a hablar más de la cuenta o quizás mencionar a alguna persona siendo ese dato innecesario.

Lo que deberías responder: una respuesta apropiada sería reconocer que todos nos equivocamos. La pregunta, en realidad, no busca que le cuentes ese momento incómodo por el que pasaste, sino se interesa más por tu forma de responder. Algo así como: cometí un error, me equivoqué, pero aprendí bastante de esa experiencia.

Como habrás comprobado no se trata de responder sin preparar un poco las respuestas. Claro que debes ser natural, pero ensayar el discurso que nos define es una buena opción. Echa un vistazo a nuestras ofertas y suerte.